Miles de norteamericanos juegan y disfrutan del poker online. En el marco de la Unlawful Internet Gaming Enforcement Act (UIGEA) los operadores y el gobierno de Estados Unidos han estado jugando al gato y ratón por buen tiempo. ¿Desenlace inevitable el del viernes pasado?
El poker es un juego de habilidad con el condimento justo de azar, especialmente popular en Estados Unidos. Desde comienzos de siglo y gracias a la versión virtual, cada día crece el número de jugadores. Hoy, la presencia en distintos medios es una realidad.
El viernes 15, el departamento de justicia norteamericano detuvo a fundadores de 3 reconocidas compañías de poker online, intervino 5 dominios .com, analiza decenas de cuentas bancarias y planea otras acciones frente a las acusaciones de lavado de dinero, fraude bancario y violación de la UIGEA.
Resulta complejo saber cómo continuará la historia norteamericana tanto del poker como de las apuestas online en su conjunto. Por una parte, el gobierno debe autorizar e intervenir en el poker online al igual que lo hace en los demás juegos de apuestas tradicionales. Asimismo, los operadores deben colaborar en alcanzar una regulación definitiva que permita la actividad y la cual implicará, claro está, partir y compartir la torta del gambling online.
