En Norteamérica se mantiene una situación ambigua en cuanto al gambling. Hay estados que han decidido finalmente aceptarlo, mientras que otros se encuentran rutilantes ante esta idea. Entre el grupo de los segundos encontramos a Texas, al sur del país. Y claro está que se trata de uno de los estados más conservadores de todos. Sin embargo, no todo es tan rígido para sus habitantes deseosos de jugar: hace ya algunos años se han comenzado a discutir en sesiones legislativas la posibilidad de finalmente legalizar la actividad.
En estas sesiones se plantearon pro y contras; por un lado, el hecho de que se lleven a cabo aperturas de casinos generaría muchas nuevas fuentes de trabajo, además de un nuevo e importante ingreso impositivo. Esto provocaría por ende, movimientos en la economía de Texas, la cual se encuentra en un momento de estancamiento y descenso de rentas. Los operadores gambling se encuentran presionando a los jueces para poder vencer, a pesar de que cada uno de ellos mantiene una opinión diferente en cuanto a cómo la industria tendría que desarrollarse particularmente en este lugar.
