Para quien dice que el azar no existe, he aquí la historia de John Arbor, el esposo de Ann, quien, mientras esperaba a su esposa en el MotorCity Casino Hotel un lunes por la noche, como cualquier otro lunes, se sentó en la rueda de la fortuna y cambió su vida para siempre.
El MotorCity es el único casino en Detroit operado y dirigido por dueños locales, y fue testigo de la conmoción de este simple hombre. Lo que hubiese parecido ser un insignificante suceso, terminó siendo un jackpot ganador de $1.561.371. El afortunado participante ya contaba con unos pocos dólares y llevaba jugada tan sólo media hora cuando el hecho comenzó a ocurrir. Primer hit… segundo hit… al tercero, el participante se dio cuenta de lo que estaba realmente sucediendo frente a sus ojos.
El premio, obtenido en el jackpot Wide Area Progressive de la Rueda de la Fortuna, será utilizado por John para salvar todas sus deudas en primera instancia. El dinero también estará destinado a la educación de sus hijos y su jubilación.