No toda la industria de las apuestas en el Reino Unido corre la misma suerte: parece ser que la que atañe sobre todo a las apuestas de caballos se encuentra en plena crisis, y esta se acrecienta cada día más. Según se informó, sus apostadores online desean fervientemente invadir los impuestos, por lo que, poco a poco van trasladando sus negocios fuera de las costas británicas.
Estos impuestos se refieren en su mayoría a una parte de las ganancias de los postores, montos que van descendiendo a una velocidad poco esperada, lo que hace caer en conflictos al resta de la industria. Frente a este conflicto, el gobierno ha decidido entrar en escena para paliar la crisis, dándoles seguridad por ejemplo, al ya tradicional William Hill y al popular Ladbrokes.
El gobierno entiende que nadie desea seguir pagando los impuestos, pero los empresarios deberían tener en cuenta que ya estos montos han descendido de unos £130 millones en el 2007 a unos £60 millones en la actualidad, por lo que deducimos que las medidas gubernamentales no podrán modificar demasiado estos números.